Después de los millennials, a las nuevas generaciones se las llevó la procrastinación disfrazada de carpe-diem, cada vez crece más nuestro déficit de atención y la adicción por la saturación de distracciones que nos rodean. Aprender no es fácil, como tampoco cae del cielo la determinación, salvo para aquellos a los que la convicción por comunicar les obliga a explorar en busca de conocimiento, experimentar e intentar desarrollar contenidos para exponer su perspectiva, perfeccionarla al punto de merecer ganar este tipo de reconocimientos.
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Esto va más allá de celebrar la pasión.
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Es por esto que en FRENESÍ queremos consagrar los méritos y la devoción que los nuevos realizadores han profesado por la magia audiovisual. Abriendo esta variedad de categorías en las que sus proyectos podrán recibir la importancia que merecen de ser apreciados y vistos por otros.